Tu, quien fuiste hecho de noche y luna
se que no puedes regresar este mismo
delirio, enjaulado en mi pecho como ave
sin canto y sin vuelo.
Caminante nocturno, no te asustes de los versos
que te ofrezco, son tuyos, y prometo
que no te mojaras
en las turbias aguas de mis deseos,
aguas que la furia consume,
en mi ya no queda mas luz.
Yo seguiré aquí, en el mismo lugar,
en la eteriedad de las cosas,
lanzándote capullos en tus sueños;
no importa que mi pasión cenizas se haga,
por un instante tuve tu mirada.
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